domingo, 18 de marzo de 2012

Ternura

Hoy ví un gatito de carbón, 
y una gatita de algodón, 
él, estaba caminado
y ella, lo estaba esperando.

Él, tenía los ojos de oro, 
y ella, de verde esmeralda.
Juntos, eran un tesoro, 
que al mundo daba la espalda.

Mirabanse el uno al otro, 
no reían, ni lloraban,
solamente se miraban...
¡Hay! ¡Si el amor tuviera rostro!

Si pudiera entender la razón
los caminos del corazón...
Quizas no habría temor,
de manifestar el amor...

Araceli Posada - 26 de Marzo de 2003

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