sábado, 17 de diciembre de 2011

Te quiero contar II


Sin conocerte, ya te extrañaba,
sin mirarte te escuchaba,
y en silencio, me mirabas…

Y fue un intento musical,
el divino celestino
de este nuestro amor, 

y fue un día, no se cuando,
que explotó en un beso
la más dulce ternura, 

y te reconocí en un trance real,
y me drogue con tu voz,
y te perdiste en mis ojos…
que tristemente cerrados querían ver
un universo de pequeñas cosas,
que sin darme cuenta,
en tu amor descubrí. 

-          Me estoy enamorando –
me dijiste, y me temblaron las rodillas.
-          Te amo -
y una lágrima brotó de tus ojos,
y de mi corazón…

Le diste otro significado
al verbo amar.
No hay frio que apague tu fuego,
y yo solo soy un viento
que lo aviva aún más.

Araceli Posada – setiembre 2004

No hay comentarios:

Publicar un comentario