No le pido a Dios
ni fama, ni dinero,
ni una larga vida,
ni salud, ni amistad,
ni siquiera amor,
pues eso ya lo siento por tí,
solo le pido un pequeño deseo,
aunque después de eso muriera,
moriría feliz, si me diera
de tu boca al menos un beso.
Araceli Posada - 1998
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