Un lago no es un río
brotando de mis ojos,
tampoco es un mar violento
agitando todo mi cuerpo,
sino la paz traquila
que de mi alma irradia armonía,
y solo cuando esté, así, de calmo
mi lago interior
podrá reflejar al exterior,
la fé que le tengo al Amor
Araceli Posada
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